lunes, 15 de septiembre de 2014

La química de la felicidad

Científicamente se ha comprobado que la felicidad está influenciada en un porcentaje considerable por la genética que poseemos, es decir, que ya nacemos con una cierta capacidad para ser felices, pero, a pesar de que esto es cierto, nosotros también podemos aumentar esa capacidad y alcanzar el nivel de felicidad que nosotros querramos.

                                                                 

Un componente importante de la felicidad es la creatividad, no me refiero solamente a la capacidad de crear cosas nuevas, como pinturas o esculturas, sino que me refiero al sentido amplio de la palabra, a hacer algo innovador, ya sea cambiar nuestro estilo de vestir, cambiar nuestra rutina diaria o, sencillamente, pensar de distinta forma a la que estamos acostumbrados a hacerlo. La razón de que la creatividad sea una parte remarcable de la felicidad es que el hecho de estar abiertos a nuevas experiencias, a cambios y a retos, nos proporciona el sentimiento de realización con nosotros mismos, así como, la habilidad necesaria para saber afrontar problemas de manera distinta.

                                  

La creatividad esta concentrada en el hemisferio derecho de nuestro cerebro que, por lo general, esta bloqueada por el hemisferio izquierdo al que corresponde la capacidad lógica y metodológica, esto a menudo sucede debido a la influencia de la sociedad de hacernos creer que un pensamiento lógico es mejor que uno espontáneo. El acceso a esta parte del cerebro se puede lograr mediante el entrenamiento, esto es, hay que practicar para perfeccionar nuestras habilidades creativas porque todos somos capaces de innovar solo que unos usan más esa parte del cerebro que otros. Hay ejercicios muy sencillos que nos ayudan a tener un mejor pensamiento divergente, pensamiento lateral y a ser innovadores, que en conjunto conforman la creatividad. Al practicar estos ejercicios verán cómo su creatividad y por consiguiente su capacidad para solucionar problemas mejorará notablemente. Si quieren más información sobre estos ejercicios y la creatividad les aconsejo ver este video.

                

La felicidad no solo se compone del hecho de ser creativos sino también, según Martin Seligman, (importante impulsor de la psicología positiva), de algunos otros elementos.
Estos son la emoción positiva, que consiste en hacer las cosas de buen agrado, no simplemente porque tengas que hacerlo, sino porque estas convencido de que mejorará tu estado de animo y porque es lo mejor para ti; el compromiso, se refiere a estar entregado a lo que haces, a hacerlo con pasión y disfrutarlo, ya que al estar concentrado en algo, la mente no piensa en otra cosa que no sea el bienestar; las buenas relaciones, estas son muy importantes para la felicidad debido a que al estar con la gente que quieres, que te importa y se preocupan por ti creas un ambiente relajado y de seguridad en el que difícilmente te sientes infeliz; significado y propósito, esto es hacer las cosas porque valen algo para ti, no algo monetario y material, sino algo emocional y espiritual que te ayuden a construir una vida más cercana a la felicidad; y por último, los logros y la realización, quiere decir que aunque la felicidad sea un estado de ánimo, inevitablemente también influencian los logros que alcancemos y el nivel de realización que sintamos, es decir, la gratitud que estemos dispuestos a sentir para con las personas que nos ayudaron, mucho o poco, a llegar hasta donde estamos en este momento.

                                        

La gratitud es una parte importante hacia la felicidad, ya que nos libera y nos hace sentir mejor de manera inconsciente. Un estudio científico, en el que participaron un numero de voluntarios, determinó que, en la gente que le expresó su gratitud a alguien que hubiera influido en su vida, el nivel de felicidad aumentó de 4 a 19%, así que, citando a Martin Seligman, el bienestar es la persecución de lo que la gente libre elige hacer sin ser presionado. O dicho en mis palabras, la felicidad es hacer lo que te gusta y apasiona sin vanagloriarse por ello sino, al contrario, teniendo siempre presente las circunstancias y las personas que influyeron en ti para que alcanzaras tu meta.

                                   

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